domingo, 4 de julio de 2010

Poema JAMÁS, de William Pérez Vega

(A los soldados de plomo, instrumento del estado

contra el pueblo en lucha)


Hoy aprendí de cerca los pasos de la muerte

revestida de azules, torturas y metal

encarcelando aulas, lecciones y caminos

azotando a mansalva la espalda del futuro

entre oscuros relámpagos y varas de matar.

Pisoteaban las flores pintadas de mañana,

enlodando de huellas el camino al pasar

destrozando fragancias, pétalos y corolas

deshaciendo el abrazo que se tiende hacia el alba

y un torrente de culpas disparando al azar.


Levantaban murallas al amor cotidiano,

para prohibir el hambre, la sed, el agua y pan

borrando las palabras con que hablan las paredes

y las consignas buenas resumiendo el reclamo

de la gente que al alba comenzó a caminar.


Iban contra la risa regalada de flores,

contra el ritmo de plena que siempre ha de sonar

en las voces del pueblo que celebra en las calles

la lección solidaria del abrazo desnudo

que al tirano le aterra cuando se hace cantar.


Oye bien, aunque seas el brazo de la muerte,

y respondas del rico al más oscuro afán,

tal vez quiebres mi rostro pisoteado de calles

tal vez riegues el polvo con mi sudor y sangre

pero vencer la gente de mi pueblo: jamás.


Cuando la gente corra las calles libremente

floreciendo utopias de justicia y de pan

como dijera Julia: “incendiando pecados”,

destruyendo los templos de los dioses del miedo

entonces sera el tiempo para la libertad.