domingo, 19 de junio de 2011

‘infoxicación’ : hastío por exceso información de la Web

Empache mediático

Ha surgido el término ‘infoxicación’ para describir el hastío que ocurre por el exceso de información que se recibe a través de la Web y las redes sociales

La infoxicación se da cuando la información llega a ser "tóxica", pues el cerebro no tiene la capacidad de procesarla. (Thinkstock)

Por Brunymarie Velázquez Meléndez /brunymarie.velazquez@elnuevodia.com

IMAGÍNESE que enciende su computadora, activa su perfil en las redes sociales, su correo electrónico y comienza a navegar en la web. Enterarse de las noticias, el clima, el tráfico, las últimas ofertas y hasta cómo se sienten sus amigos es más rápido que hacer “clic”. Pero se percata de que han pasado horas y usted aún sigue frente al monitor.

O considere el ejemplo de Esteban(nombre ficticio), que es amante de la música, y comparó cómo hace unas décadas entraba a una disquera y leía varias revistas para mantenerse enterado de los acontecimientos musicales más importantes del mundo. “Hoy entro a internet y hay tanta información de música que me causa desesperación y he llegado a hastiarme”, comparó.

Tanto usted, como Esteban, podrían ser víctimas de la ‘infoxicación’, un neologismo originado por el español Alfons Cornellá, que se aplica cuando toda la información que se recibe a través de correos electrónicos, redes sociales, mensajes de texto y la web es más de la que humanamente se puede procesar.

Entre el comienzo de la escritura y el 2003, el ser humano produjo cinco exabytes -trillones de unidades- de información. Esa misma cantidad se produce ahora cada dos días en internet, dijo en entrevista por videoconferencia desde Uruguay, David de Ugarte, bloguero del periódico El País, de Madrid y autor de más de cinco libros sobre redes sociales e informática.

Según el cálculo del experto en redes, cinco exabytes de información equivalen a un millón de millones de fotografías de una cámara digital promedio o a más de medio millón de veces la información que los jóvenes puertorriqueños intercambian mediante mensajes de texto cada año.

¿Qué pasa cuando se vive dentro de ese despiadado bombardeo de información? La mente se agobia, y es que la inmediatez de la información en internet y las nuevas tecnologías han hecho que las personas acudan a la Red como primera opción. Eso lleva a que terminen aturdidas y a que su capacidad de análisis se afecte. Todo es igual de importante y urgente, por lo que intervienen con todo a la vez.

El psicólogo británico David Lewis creó el término Síndrome de Fatiga Informativa para describir el efecto que se produce cuando la persona tiene que lidiar con millones de datos de información que llegan al cerebro. Su estudio se enfocó en los efectos de la información en el mundo empresarial y las repercusiones que el bombardeo de ésta tendría en los empleados.

Lewis determinó en sus estudios que el sobreestímulo de información paraliza la capacidad de analizar, crea ansiedad, lleva a tomar malas decisiones y a llegar a conclusiones erróneas.

El psicólogo expuso además como uno de los efectos mayores que las personas “se han convertido en incapaces de desarrollar rutinas sencillas para manejar la información”.

“Si estás sometido a un bombardeo de publicidad y dejas de actuar con conciencia una reacción puede ser que comiences a comprar irracionalmente”, ejemplificó De Ugarte.

Menos productividad

Por otro lado, Glenn S. López Haage, especialista en web del Sistema Ana G. Méndez, dijo que otras de las consecuencias de la infoxicación son “la disminución de productividad en el trabajo o estudios y la postergación de sus prioridades, ya sean personales o profesionales”.

Un informe de Rescue Time, que se dedica a hacer estudios de los hábitos tecnológicos de las personas, reveló que un 28 por ciento de la jornada de una empresa se malgasta en interrupciones que no son urgentes.

Hace más de cincuenta años el uso de las maquinillas y el auge de la imprenta permitía que se duplicara la cantidad de textos que se publicaban. Aún así, según De Ugarte, los altos costos no permitían que todos crearan información.

“Estamos viendo cómo la democratización de la información ha aumentado y evolucionado a la vez, primero como escritura, después como imagen, etcétera. Ahora todo el mundo puede producir información en todos lados”, expresó De Ugarte como el lado positivo de la llamada Era de la Información.

La avalancha de contenido que se produce en internet levanta una paradoja, y es que mientras el contenido va multiplicándose, disminuye la posibilidad de que logre ser leído.

“En una página web promedio, los usuarios tienen tiempo de leer hasta un 28 por ciento de contenido durante una visita. El promedio de lectura no sobrepasa las 200 palabras”, revela un informe de Jakob Nielsen, reconocido en Estados Unidos por sus amplios estudios del comportamiento de los usuarios en internet y la “usabilidad” de los portales.

De igual forma, el fácil acceso a producir contenido en internet dificulta encontrar información de calidad al momento de profundizar en algún tema o suceso.

“En caso de un suceso noticioso, te enteras de qué pasó, pero difícilmente el por qué pasó. La prensa tendría que ser el refugio de profundidad”, explicó.

La inteligencia evoluciona

A pesar de reconocer que el exceso de estímulo informativo puede llegar a ser nocivo, para De Ugarte este efecto puede resultar “en una inteligencia más rápida que acostumbre al cerebro humano a enlazar unos temas con otros sin mayor dificultad, aunque de una forma más superficial”.

“Los tiempos parecen decir que para ser inteligente no hay que ser profundo. Sin embargo, puedes compensar la falta de profundidad aumentando el número de fuentes”, explicó De Ugarte.

Para otros especialistas, como Manuel Castells, de la Universidad de California del Sur, los jóvenes de hoy tienen una tendencia a ser menos profundos pero más creativos.

Aunque el evitar ‘infoxicarse’ depende después de todo de la persona, se deben tomar las medidas y procurar tener las herramientas para disminuir las posibilidades de infoxicación, explicó López Haage.

Los usuarios “tienen demasiadas herramientas y no saben utilizarlas y manejarlas”, dijo López Haage.

“Infoxicación’ no es adicción a Internet

La infoxicación y la adicción a internet no son lo mismo, aunque tienen una línea muy fina que podrían entrelazarse, según explicó López Haage.

“Una persona adicta a la información escoge lo que quiere leer y de qué quiere informarse, a diferencia de una persona infoxicada que está la mayor parte del tiempo conectada a una computadora recibiendo información de todo tipo al mismo tiempo”, añadió el especialista.

Por otro lado, el presidente de Internet Society de Puerto Rico, Eduardo Díaz Rivera, resaltó la diferencia entre la sobrecarga de información (conocida en inglés como “information overload”) y la infoxicación.

Según Díaz Rivera, lo primero se trata de toda la información que llega a nuestro cerebro a través de nuestro entorno, a diferencia de la infoxicación, que es la saturación de información dentro de la misma red cibernética y los medios digitales que utilicemos, ya sea vía correo electrónico, redes sociales, mensajes de texto y la web.

Obsesión y el Síndrome de la Ansiedad Informativa

Obsesivo y triste estar conectado todo el tiempo

Una joven universitaria mantiene una relación de amor-odio con Facebook. Conoce sobre el Síndrome de la Ansiedad Informativa.

Doralis González admite que pasa prácticamente todo el día 'conectada'. (El Nuevo Día / Carlos Giusti)

Por Brunymarie Velázquez Meléndez /brunymarie.velazquez@elnuevodia.com

LOS DÍAS de Doralis González, comienzan y terminan de la misma manera: conectada a internet.

En un día normal, su contacto con el prójimo se da través de las redes sociales, que logran que se comunique instantáneamente con solo pulsar botones desde su computadora y celular sin tener contacto físico.

“Me entero de todo por Facebook. Pero es obsesivo y triste. Siento ansiedad por responder a todo”, explicó la joven, quien pierde horas de sueño y admitió que se ha visto afectada en su desempeño académico por estar conectada a internet.

Estudios han confirmado que las redes sociales, como Facebook y Twitter, se han convertido en la principal plataforma de información entre los internautas puertorriqueños y que la mayoría del tiempo que pasan conectados a internet, se encuentran en las redes sociales.

Esto podría colocar las redes como el primera canal de infoxicación para sus usuarios. En especial cuando se utilizan medios de información que son más rápidos como alertas noticiosas en los celulares y mensajes instantáneos carentes de contexto que buscan llamar la atención del receptor como en la red social Twitter, que genera 140 millones de “tweets” diariamente.

El último estudio del consumo de Internet en Puerto Rico, realizado por Estudios Técnicos y la entidad ‘Brand Science’, reveló que en la Isla 1.5 millones de personas tienen acceso a Internet, dentro de esta cifra, 1.3 millones mantienen perfiles activos en las redes sociales y pasan la mayoría del tiempo en la semana dentro de éstas.

Una realidad paralela

“Las personas viven sus días conectados en una realidad paralela. Tienes una persona que está 24 horas conectadas recibiendo información”, sostuvo Glenn S. López Haage, especialista en web del Sistema Ana G. Méndez.

José Antonio Redondo, autor del libro Socialnets, expuso que “las horas dedicadas diariamente al uso de aparatos electrónicos se ha duplicado desde 1987, mientras que la interacción cara a cara caía de unas seis horas a un poco más de dos”.

“Es bueno saber que tengo muchas respuestas, mucho de donde sacar información. Entre más fuentes, tengo más opciones para determinar si la información es de calidad”, explicó González, estudiante de último año de la Universidad del Sagrado Corazón.

La joven universitaria contó que pasa tantas horas diarias conectada a las redes, que no se atreve hablar con una persona y se siente perdida cuando socializa con otros en la realidad.

“He tratado de desconectarme de Facebook e inclusive, cuando tengo cosas que hacer reacciono y lo desactivo, pero como mucho duro tres horas y ya, lo reactivo”, dijo la joven graduanda.

Por otro lado, un estudio de la Universidad de Harrisburg en el estado Pennsylvania, reveló que el uso excesivo de las redes sociales causa estrés, deterioro de las relaciones interpersonales y genera trastornos del sueño.

El decano de la facultad, sostuvo a través de una publicación académica, que la mayoría de los estudiantes se comportaban como los fumadores que se escapan de clase para fumar. “Querían escabullirse para mirar cosas en sus smartphones”, destacó.

“No entiendo por qué es tan adictivo. Me molesta estar conectado todo el día. Salgo con amigos, voy a la universidad, trabajo pero siempre entro a Facebook”, contestó César Anthony Manzo Casiano en un pregunta en la página de Facebook de este diario.

“Pero uno se mantiene en contacto, ya se ha convertido en una manera de comunicación. Casi como si fuera otro número de teléfono”, contestó Nelson Ramos en el medio social.